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jueves, 18 de noviembre de 2021

CONSEJO: LIBERA TU MENTE

VENGANZA

Y cuando se dio la vuelta, ya todo se había acabado. Para ella, en cambio, todo seguía en pie, como dos almas en un duelo tras una trágica noche sin lágrimas, ni lápiz, ni papel.
Todo perturbaba en el espacio, la venganza resultaba ser una forma de expresión, soltar lo pesado, descargar lo traumático y no hacer caso a la razón.
Se dejaba llevar como un pájaro volando, cerraba los ojos y sentía el placer. Quién iba a creer que de una gran venganza nacería tanto arte, que de un gran dolor saltarían chispas de un odioso amor.
Las tragedias a veces no tienen finales amargos, a veces solo consiste en volver y despertar. Consiste en vivir y respirar.
Porque la vida no se trata de una venganza. La vida es vida y acción. Encontrar el sentido, el cariño y emborracharse con una canción.

CIUDAD

La ciudad todavía dormía y Agatha se levantó en los silencios de la noche. Una luz despampanante resurgía de la ventana de enfrente y una penumbra sombría acechaba en la oscuridad.
Mientras que el mundo se habría asustado y se habría cubierto y revuelto entre las sábanas de su dulce escondite, Agatha se arriesgó y curioseó como si de una fantasía se tratase.  
Abrió su ventana, miró fijamente el siniestro lugar y, ahí, tras el misterioso color y calor de una noche de invierno, les encontró. La pasión de dos enamorados en un instante de cordura y locura, de besos y huesos, sudándose la piel. 
Agatha tras ver el asombroso y especial momento ocurrido, entre las nubes de la ciudad, cerró su ventana, volvió a la cama y finalmente se despertó.


jueves, 11 de noviembre de 2021

Desahogo en forma de arte

El miedo. Perfecto monstruo que sin tocarte te asusta, que sin mirarte te frena, te espanta, te busca.
Nos gusta tener miedo para así sentirnos seguros, tranquilos, útiles y menos culpables.
Nos acercamos a él pidiéndole un favor, rogándole que nos acompañe, que no nos suelte, que no nos deje caer.
Le reclamamos atención y que nos ayude a cortar nuestras alas. Nos impedimos volar, sentir, arriesgar.
Consciente e inconscientemente queremos tenerle presente, queremos justificar el motivo de ser cobardes o el gusto de sufrir tomando decisiones justas o no.
Porque así es el miedo, un sentimiento creado por la humanidad que nos impide vivir en paz, que nos impide vivir felices.
Qué pena que ese monstruo llamado miedo, solo seamos nosotros mismos tratando de ser quiénes no somos, de tener lo que no queremos, observando el despegue y la caída sin participar en ella.